La semana pasada mientras hablaba con mi terapeuta me vi a mi misma hablando entusiasta sobre mi mamá. Cuando salí de la consulta sentí como salí con el corazón expandido por lo que acaba de contar en consulta.
Y es que últimamente me he dado cuenta que he puesto atención a las mujeres que me inspiran, a esas mujeres que yo veo como mis guías , a mi inspiración y a mentoras de mi camino.
Y son muchas, afortunadamente soy de estar rodeadas de mujeres que de alguna manera u otra suman a mi vida, las admiro como fuertes, valientes y exitosas mujeres que son.
El significado de la palabra éxito ha ido cambiado con los años. Crecí con la idea que las mujeres exitosas sólo se resumía a el éxito de un carrera laboral. Pero estos últimos años aprendí que el éxito de una persona puede ilustrarse de tantas maneras.
No hace mucho que pensaba que en mi familia no tenía ninguna mujer la cual haya fungido como un rol a seguir. Pero hoy puedo decir que sí que las tengo, todas las mujeres de mi familia han sido un papel importante.
Por obvias razones la más importante mi madre.
Y esto se lo comentaba a mi terapeuta; puede ser que mi madre no fue mi mentora en una carrera laboral, pero hoy entiendo que ella ha sido mi mentora en algo mucho más importante.
Mi mamá sembró en mi el motor y la herramienta más importante de un ser humano en cualquier ámbito que uno transite.
Mi mami me enseñó que el amor mueve montañas. Que con el amor y la pasión se alcanzan metas. Que con amor y dedicación una planta crece fuerte y verde. Mi mamá es mi más grande modelo a seguir sobre el éxito, porque el amor que ella ha regado por el mundo siempre ha sido un amor puro y sincero.
Gracias por que nunca dejas de enseñarme que por todas las cosas siempre el amor es lo más importante.
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